​​PROPUESTAS:

1. Simplificación de régimen fiscal actual

2. Implementar un sistema digital completo

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Una empresa ecuatoriana ocupa en promedio 85 días laborables al año —0 666 horas— para declarar y pagar impuestos, de acuerdo al índice de hacer negocios 2018 del Banco Mundial. El tiempo que toma gestionar impuestos en Ecuador nos ubica en el puesto 145 entre 190 países en el indicador de pago de impuestos. Y, en lugar de mejorar, el tiempo requerido ha aumentado 2 semanas durante los últimos 12 años.

 

De acuerdo al indicador de presión tributaria elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ecuador creció en 7,80% desde el 2002 al 2016. Por lo tanto, Ecuador es el sexto país de América Latina y el Caribe con mayor aumento de presión tributaria durante ese periodo y está muy por encima del promedio de los países de la OCDE que aumentaron en 1,10%.

 

Los datos anteriores reflejan la complicada situación a la que se enfrentan las compañías y los emprendimientos en Ecuador, que deben destinar parte de presupuesto y dedicación para cumplir con las obligaciones tributarias de forma correcta. Estos datos también demuestran  que mantener un sistema tributario complejo es perjudicial para el entorno de negocios y para el crecimiento económico del país.

 

Para evidenciarlo de mejor manera, tomemos por ejemplo a Estonia. El índice de competitividad tributaria 2017, que examina la capacidad de las naciones de la OCDE para recaudar suficientes impuestos mientras se mantienen competitivas y gozan de crecimiento económico estable, ubicó a Estonia en el primer lugar.

 

Estonia tiene un PIB per cápita de $17.574,69, se ubica en el puesto 12 del ranking general de hacer negocios y en el puesto 14 dentro del indicador de pago de impuestos. Ecuador, en cambio, tiene un PIB per cápita de $5,968.98 y se ubica en el puesto 118 del ranking general de hacer negocios. A diferencia de Ecuador, en Estonia el pago de impuestos toma solamente 50 horas al año y el 95% de las declaraciones de impuestos se realiza en línea.

 

Si bien es cierto que el contexto digital y veloz del siglo XXI exige una política fiscal acorde a la actualidad, la simplificación fiscal es algo que se discute desde los tiempos de Adam Smith. Uno de los cuatro pilares de la política fiscal, de acuerdo a Smith, era justamente procurar menos costos para los empresarios no solamente económicos, sino de todo aquello que le desgaste emocionalmente.

 

Las políticas fiscales complejas a la larga reducen el incentivo a invertir, a declarar impuestos o a formar parte de la economía formal. Smith explica que tales regímenes fiscales obstruyen las industrias y desmotivan a los individuos a incursionar en nuevos ámbitos de las mismas, que podrían generar empleo y sustento a la población a la larga.

 

Propuestas

 

1. Simplificar el régimen fiscal actual, de modo que se reduzca la cantidad de impuestos y se implemente lineamientos claros para la declaración y pago de los mismos. Los sistemas de impuestos complejos no aumentan el ingreso de los gobiernos, al contrario, promueven la evasión y generan más costos administrativos y gestión ineficiente.

2. Implementar un sistema digital completo para la declaración y pago de impuestos corporativos integrado con herramientas automáticas de auditoría, programas de estadística avanzadas y datos, recursos de información como tutoriales y otros elementos que faciliten su uso.

 

El objetivo es reducir varias barreras para hacer negocios en Ecuador: el tiempo requerido para gestionar impuestos, el tiempo y los recursos para acceder a instancias gubernamentales o financieras desde zonas rurales, y los requerimientos para los distintos trámites solicitados.