En días recientes ocurrió en Chile un hecho que en Ecuador ha pasado desapercibido pero que debe despertar algunas alarmas. En Chile se censuró la conversión.
Mauricio Rojas, profesor universitario con una larga trayectoria en el mundo de las ideas, fue nombrado Ministro de Cultura en el nuevo gobierno chileno liderado por Sebastián Piñera. Rojas permaneció en el cargo por 4 días siendo, probablemente, uno de los funcionarios que menos tiempo ejerció su cargo en el país del sur.
El impase surgió cuando la izquierda chilena reclamó la designación de Rojas como ministro por ciertos comentarios emitidos en su libro “Diálogos de Conversos” publicado en el 2015.
La izquierda chilena alegó que Rojas desconoce los crímenes cometidos durante la dictadura de Pinochet y que carece de la sensibilidad necesaria para ejercer un cargo como el que había aceptado. Rojas manifestó en el 2015 que el museo de la memoria – que recuerda lo acontecido durante la dictadura – “más que un museo, se trata de un montaje cuyo propósito que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar". Agregó que tenía un "uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tanto nos tocó tan dura y directamente”
Aparentemente, los comentarios son duros y contundentes, sin embargo, si se revisa la obra en cuestión, Rojas se manifiesta en contra de amputar la historia, convertirla en memoria y presentarla como hechos reales. Rojas establece en su obra que en el museo de la memoria se presenta una parte de la historia más no la historia completa y que, como resultado, sesga la visión de quien acude al museo.
Entrar en detalles y en discusiones de lo que se dijo puede estar de más cuando ya se consumó la renuncia de Rojas como ministro. Empero, es importante remarcar dos puntos clave:
La izquierda no perdona. Ante una verdad evidente como es la conformación de la historia completa mas no por pedazos, la izquierda no perdona y no acepta que siempre existirán componentes que no la benefician. Es como querer negar que en la guerra civil española ambos bandos cometieron crímenes atroces 1. Rojas se manifestó en contra de presentar lo que conocemos como una “verdad a medias”
Javier Cercas en una de sus obras (El impostor) menciona que no puede existir la memoria colectiva y, que esta memoria, no puede ser considerada historia. Pues la izquierda buscará siempre hacer pasar su memoria por historia y descalificar, denigrar y, en el menor de los casos, lograr la renuncia de un ministro que no comulgaba con su “memoria” pero si con la historia.
Con lo dicho no pretendo justificar ningún tipo de atrocidad en contra de los derechos humanos. Solo dudo de los “bandos” que aparentan santidad y dicen no haber cometido error alguno en la historia que, como vemos, es solo su memoria. Tal vez este ataque nace del hecho de que Mauricio Rojas, en su juventud, formó parte de la izquierda revolucionaria (MIR) , fue exiliado político en Suecia como consecuencia de la dictadura chilena y con el tiempo entendió lo peligroso de dichas ideas que ahora lo obligan a renunciar a su cargo. Afortunadamente, Rojas seguirá defendiendo las ideas de libertad ya no como Ministro, pero sí con la historia de su lado y no solo con la memoria.
1) Basta leer a Cercas o a Beevor en la Guerra Civil Española