top of page
Leonard Quinde Allieri

La libertad es un asunto de principios


¿Si la libertad no generaría mayor progreso económico, la defenderías?

Este es uno de los dilemas al que nos enfrentamos los liberales, quienes defendemos lo tres derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la propiedad privada y a la libertad, y buscamos un consenso en cuanto a cómo alcanzarlos. Para esto, muchas veces indagamos entre teorías, cifras y estadísticas, con el fin de hallar argumentos sólidos.

Evidentemente, realizar estudios empíricos y sustentarlos con números es de mucha utilidad para presentar nuestras ideas en el contexto académico y pragmático en el que nos desarrollamos, e incluso son útiles para el ámbito político. Sin embargo, los resultados están sujetos a interpretación, mientras que los principios son los que se mantienen detrás de nuestras ideas.

Tomemos como ejemplo, el enunciado que indica que los países que tienen mayor libertad económica generalmente tienen mejores resultados económicos que los países que tienen economías controladas. Este es solo un supuesto que se analiza a través de aproximaciones y promedios, pues no necesariamente el país con mayor libertad económica es el que tiene un PIB per cápita más alto.

Según cifras del Banco Mundial en el 2016, el país con el mayor PIB per cápita fue Luxemburgo, con un valor de US$102.389.438 (US$ a precios internacionales actuales). No obstante, se encuentra en el puesto número 19 del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage en el mismo año. Mientras tanto Hong Kong, el país que se encuentra en el primer lugar del Índice de Libertad Económica 2016, tiene un PIB per cápita de US$58.617.971. Cabe destacar que Hong Kong entra en la calificación de economía libre, mientras Luxemburgo entra en la calificación de economía mayormente libre.

Figura 1: Calificación histórica índice de Libertd Económica

Fuente: Heritage Foundation (https://www.heritage.org/index/)

Por supuesto, estos dos países tienen un desempeño económico mejor que aquellos que entran en la calificación de economías controladas, pero este es un pequeño ejercicio interesante que demuestra que no necesariamente mayor libertad implica mayor PIB per cápita.


Figura 2: Pib per cápita

Fuente: Banco Mundial (https://datos.bancomundial.org/?locations=LU-1W-HK)

En el programa televisivo Libre para elegir, le hicieron una pregunta similar a la del inicio de este escrito a Milton Friedman. Quería dar a entender que por los datos que Friedman mostraba parecía que idolatraba a la libertad. Él respondió con una frase no tan conocida pero que a mí me pareció fantástica: “Mi Dios, si quiere nombrarlo de alguna forma, es la libertad.”

Por supuesto, no se refería que iba a salir en ese momento a fundar una nueva iglesia (aunque a algunos pareciera que es lo único que les falta). Se refería, más bien a que él defendería la libertad aunque no tuviera los excelentes resultados que ha demostrado.

Pero, ¿por qué deberíamos defender la libertad si esta no representara progreso económico? Por principios, porque como liberales aceptamos que entre individuos no podríamos cooperar entre nosotros si no nos respetamos nuestros derechos fundamentales, porque no nos parecería correcto asesinarnos entre todos, robarnos entre todos o esclavizarnos entre todos.

Defendemos la libertad por amor a ella y por lo que ella conlleva, que en definitiva es sacar a relucir lo que realmente somos como seres humanos, porque en libertad podemos realmente ser y hacer lo que nos hace felices, porque en libertad podemos vivir en paz.

119 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page