Acuerdo con FMI busca, entre otras cosas, impulsar la competitividad y la generación de empleo
El ministro de economía Richard Martínez indicó que el Ejecutivo seguirá tomando medidas para optimizar el gasto público, fortalecer las reservas internacionales y reformar el sistema laboral y tributario dentro de los próximos tres años. Estas medidas son parte de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este organismo otorgó, el pasado jueves 21 de febrero, un financiamiento por $4,200 millones. A su vez, permitió a Ecuador obtener recursos adicionales de otras organizaciones multilaterales por $6,000 millones. Gerry Rice, portavoz del FMI, indicó que el acuerdo con el Gobierno ecuatoriano busca impulsar la competitividad y generación de empleo, así como mejorar la transparencia y la lucha contra la corrupción.
Desde el segundo semestre de 2018, el país tiene una necesidad de financiamiento por $7.500 millones. Sin embargo, las altas tasas de interés en el mercado externo con un riesgo país que alcanzaba los 776 puntos complicaban las alternativas para solventar el déficit a través de financiamiento de organismos multilaterales. Esta fue la consecuencia de que, en los últimos 10 años, el gobierno gastaba más de lo que tenía y la solución ante este desfase llegaba con más deuda.
Ahora en 2019, las reglas del juego plantean otro escenario. El presidente Lenín Moreno está aplicando una línea de ajuste gradual e infalible en torno a la política fiscal del país. A más de esto, junto a su equipo económico, ha sido enfático en señalar las “bondades” del acceso a créditos del FMI y otros organismos multilaterales.
El FMI siempre solicita ajustes financieros previo al desembolso de recursos. Esos acuerdos de entendimiento, en el caso de Moreno, se habrían enrumbado ya con: Ley de Fomento Productivo, reducción focalizada de subsidio a los combustibles y la eliminación del pago anticipado del impuesto a la renta.
No obstante, es conocido en la región y en el mundo que, ante la aplicación de medidas —antes y despues del otorgamiento de créditos del FMI—, la situación de estos países (por ejemplo, Grecia y Argentina) se vuelve aún más compleja.
Por ello, en Ecuador resta por saber si los desembolsos del FMI tendrán resultados diferentes y si realmente contribuirán a solventar problemáticas como la caída de los principales productos de exportación, las dificultades de la balanza de pagos, el debilitamiento del aparato productivo y el incremento de desempleo.
Fuentes: Sputnik, El Comercio, El Universo