La emisión monetaria, ya por naturaleza nociva, está aumentando la informalidad
Tras 120 días de aislamiento social preventivo y obligatorio, Alberto Fernández presidente de Argentina, señaló el pasado viernes 17 de julio, que el país rioplatense pasará a una “nueva normalidad” a través de un plan escalonado por provincia.
En virtud de ello, el álgido debate sobre la estricta cuarentena impuesta por el gobierno ha perdido importancia y, nuevamente, los problemas económicos del país regresan a la palestra pública.
El diagnóstico de la coyuntura económica y las propuestas para enfrentar la crisis se desarrollan en un momento en el que Argentina, al igual que nuestro país, se encuentra negociando su deuda con los tenedores de bonos internacionales.
En ese sentido, el martes 21 de julio, el mandatario argentino, en una videoconferencia con miembros del Consejo de las Américas –el influyente foro empresarial en Estados Unidos y América Latina–, expresó: “Confío en que los acreedores entiendan que estamos haciendo un enorme esfuerzo y les pido que ayuden a la Argentina a salir de esta postración”.
Asimismo, Fernández invitó a los empresarios a invertir en diversos sectores, como Vaca Muerta –el yacimiento petrolífero–, el sector minero, el rubro agroalimenticio, entre otros.
Para 2020, diferentes estimaciones prevén una caída de entre 7% y 14% del Producto Interno Bruto (PIB) y la pobreza podría representar a la mitad de la población. Natalio Cosoy, corresponsal del canal France 24 en Argentina, señala que el gobierno para hacer frente a los gastos extraordinarios, decidió “crear más dinero”.
Ante ese hecho, la directora ejecutiva de la consultora Eco Go: Marina Dal Poggetto, afirma que la emisión del banco central fue casi equivalente a la masa monetaria de cuando se realizaron las elecciones, en octubre de 2019, de las cuales Alberto Fernández resultó ganador.
Roberto Cachanosky, economista argentino, arguye que el panorama a futuro es sombrío. Según indica, de febrero a mayo se perdieron cerca de trescientos mil puestos de trabajo y, con ello, ha aumentado la informalidad.
Igualmente, advierte que el país se enfrenta a un aumento del gasto público en un escenario en el que la recaudación fiscal ha disminuido y en el que la emisión monetaria ha aumentado en los últimos meses.
De acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Libertad y Progreso, en el cual, se comparó las condiciones y evolución macroeconómica de un grupo de economías latinoamericanas; Argentina es la peor preparada para afrontar la crisis del coronavirus.
El informe evaluó los “márgenes” fiscal y monetario en función de sus valores y la tendencia o no a la erosión que tuvieron hasta fines de 2007 y 2019. Los países analizados son: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
De todos ellos, Argentina es el único país con malos márgenes de respuesta a la crisis económica, por su mal desempeño en los rubros de: balance fiscal, deuda externa y pago de intereses en el frente fiscal, reservas internacionales, inflación y crédito bancario en el frente monetario.
En la comparación sobre el margen monetario de la economía argentina con la de Ecuador el informe señala que la diferencia es “abismal”. En términos de crédito interno en porcentaje del PBI, el Ecuador ha incrementado su ratio de 22,9 % en 2007 a 42,8% en 2019. Mientras que, Argentina, en ese período, no supera el 16%.
A su vez, en los últimos diez años la inflación que registró el Ecuador fue del 26,3% y, en el mismo período temporal, la inflación observada en Argentina ha sido del 1620,3%.
El estudio también indica que la región estaba a fines de 2019, en la antesala de la actual pandemia, en una situación más débil de lo que estaba a fines de 2007, antes de que en la segunda mitad del 2008 irrumpiera la crisis financiera.