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Cinco propuestas para la prosperidad

Actualizado: 17 sept 2020

Se basan en reestructuración estatal, apertura comercial y bancaria, inclusión laboral

El pasado miércoles 12 de agosto se presentaron cinco reformas para potenciar la prosperidad y el desarrollo del Ecuador. Las impulsaron líderes de opinión, analistas y notables académicos de la economía, el derecho y las políticas públicas, con el fin de, no solo remediar las finanzas nacionales, sino enrumbar la economía del país.


Los esfuerzos de esta iniciativa se han centrado en cinco pilares: reducir el tamaño del Estado, lograr acuerdos comerciales, internacionalizar a la banca, reestructurar el sistema de pensiones y facilitar la contratación para incluir a la población subempleada y desempleada.


Pablo Lucio Paredes, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), planteó la necesidad de reducir el tamaño del Estado. Para ello, partió del argumento sobre mejorar su eficiencia, ya que “no se puede usar los recursos del Estado como si fueran ilimitados y además de mala manera”.


Además, señaló que el Estado ecuatoriano está cautivo por grupos de presión sociales, políticos y empresariales que han generado “compadrazgos”, lo cual, ha conducido a tener un Estado “obeso, ineficaz y corrupto”. Lucio Paredes aclaró que el Estado debería ceñirse a los asuntos esenciales que respondan a las necesidades ciudadanas más apremiantes, como seguridad, salud y educación.


Por último, indicó que se debe crear un sistema tributario “sensato”, regido por dos gravámenes fundamentales: el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el impuesto a la renta, el cual, debe ser “sencillo y lógico”.

El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena, propuso más acuerdos de libre comercio, puesto que estos incentivan un mayor alcance hacia los mercados internacionales. Insistió, primordialmente, en que se necesita un acuerdo con Estados Unidos, por ser el principal socio comercial actual del país.


De igual manera, especificó que el libre comercio es “una avenida al progreso en dos carriles, el país gana cuando vende más y produce más, pero también gana cuando se importa, ya que, se fortalece el poder adquisitivo de las personas”. Arosemena señaló que es un absurdo mantener aranceles porque se le encarece la vida al ciudadano, especialmente, se les dificulta el acceso a herramientas de productividad, por ejemplo: vehículos y tecnologías.


El decano de la facultad de derecho y gobernabilidad de la Universidad Ecotec, Mario Cuvi, planteó una reforma laboral, la cual, manifestó, “debe incluir a todos los ecuatorianos”. Incluso desde antes de la pandemia, más del 60% de los ecuatorianos no contaban con un empleo pleno.


Afirmó que apenas un millón de personas posee un empleo pleno, pero esta cifra es preocupante para un país de 17 millones de personas, en el que la población en edad de trabajar es de 12 millones. “Estamos viviendo en una sociedad fallida en la que el sistema no funciona”, resaltó Cuvi, quien además agregó que se debe considerar de manera urgente una reforma que permita crear nuevas formas voluntarias de trabajo que no violenten derechos y que integren a trabajos formales a todos los ecuatorianos para que gocen de ingresos, seguridad social y una jubilación digna.


Por otra parte, Gabriela Calderón, investigadora del Cato Institute, expresó que “el seguro social no tiene nada ni de seguro ni de social”, debido a que, es una institución en la que han predominado administraciones politizadas que ha puesto en riesgo los ahorros de los trabajadores ecuatorianos.


Asimismo, anunció que se debe forjar un nuevo sistema de pensiones que tiene que estar orientado a cuidar los ahorros de los ciudadanos y no a ser una caja chica del Estado, y así, la ciudadanía tenga la libertad de elegir quien lo gestiona y en donde invierte el fruto de su trabajo.


Francisco Swett, exministro de finanzas y decano de la Universidad Espíritu Santo (UEES), sugirió que podemos acceder a mayor crédito, de largo plazo y de menor costo, que podría solventar la situación de iliquidez actual, al internacionalizar la banca.


Es decir, se debe atraer ahorro internacional y capitales internacionales para que estos alimenten las actividades productivas ecuatorianas. Para ello, indicó que se debe simplificar las regulaciones financieras y acomodar la normativa vigente hacia la doctrina financiera internacional basada en los Acuerdos de Basilea.


El economista Swett finalizó su intervención señalando que “debemos tomar en cuenta que la inclusión financiera es un tema potente de rescate social”, máxime en un país en el que el casi el 50% de los ecuatorianos ha sido desplazado del acceso a servicios financieros.


Desde el dia viernes 21 de agosto, Libre Razón y Libertario están llevando a cabo entrevistas con los voceros de cada propuesta para conocer más de las mismas y resolver dudas. Aquí puede encontrar la conversación con Gabriela Calderón y puede seguir las próximas en la página de Facebook de la organización.

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